Dairon Estiben Mejía es un joven campesino que le tocó decidir entre acompañar a sus padres en la finca Monte Bello del Municipio de la Montañita (Caquetá) y trabajar como jornalero, o salir a la ciudad a buscar mejores oportunidades para su vida y la de su familia.
Cierto día decidió emprender camino e inscribirse en el técnico de Cultivos Agrícolas del SENA, pensando siempre en regresar con sus padres para poner en práctica lo aprendido. Lo que jamás imaginó fue que el SENA cambiaría su destino.
Al momento de iniciar la etapa productiva con los instructores Juan Paulo Hermosa y Lizeth Buitrago, Dairon recibió una sorpresa por ser unos de los aprendices más destacados: viajar a Chocó para formar parte de la cadena hotelera nacional Eco-amigable de Bahía Solano, que había solicitado el servicio a la regional Caquetá.
Sin dudarlo -aunque que pensaba en sus padres porque los dejaba solos en la finca- emprendió el viaje. Fue la primera vez que monto en avión y, lleno de nervios, llevó el corazón colmado de esperanzas, porque también tuvo su primer contacto con el mar.
Para Dairon no fue difícil adaptarse al clima y al trabajo que llegó a desempeñar porque llevaba los conocimientos intactos para replicar en la granja del hotel ‘Playa de Oro’, donde llegó a implementar cultivos de plátano, banano, yuca, hortaliza y frutales, aprovechando los abonos orgánicos que él mismo prepara.
Isabel Palacios, gerente de hoteles de ‘Costa a Costa’ y propietaria del hotel ‘Playa de Oro’ en Bahía Solano (Chocó) señala: “Queremos agradecer al SENA Caquetá por este proceso que está haciendo con los aprendices, porque es muy útil para el sector hotelero ya que no es normal que ocupemos personal del área agrícola. Sin embargo, para el ecoturismo y turismo de naturaleza que manejamos en los destinos alejados es muy efectivo y productivo poder contar con personal capacitado por el SENA”.
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